domingo, 9 de agosto de 2009

4.- Amanecer del Amor

AFTÓN POV


Ha pasado casi un año desde aquel día en que Chelsea me mordió el cuello, desde que desperté no nos hemos separado, nunca hemos hablado al respecto, pero siento que algo nos une.
Recuerdo ese día con toda claridad.
Desperté y le di la espalda de en un salto, todo me parecía tan confuso, tan brillante, siendo honesto, todo era impresionante, giré lentamente para ver todo (con lentamente me refería a medio segundo), y, la vi a ella, hace unos días me pareció muy bella, pero ahora…, no sabía ninguna palabra para explicar tanta belleza, se me caía la baba, literalmente, a lo que ella me sonrió dulcemente y dijo “Hola, bienvenido” quise hablar y decirle algo, pero al intentarlo noté que mi garganta ardía y rápidamente puse ambas manos sobre ella.
Después de esto, recuerdo que fuimos a cazar y me puse como loco quedando a reventar.

-¿En qué piensas? –Interrumpió mis cavilaciones, mientras caminábamos hacia el lugar donde nos ocultábamos en el día a plena luz del alba.
Era hermoso ver esas nubes pintándose de un hermoso color rosa y ver salir al Sol lentamente, mientras mi piel destellaba a la luz del Astro Rey.

-Estoy recordando mi primer día como inmortal
-Ahh yo también lo recuerdo perfectamente. –Se le apago la voz en la última palabra.
-¿Sucede algo?
-No, no. Solo sigo imaginando, que es lo que hizo que no te matara. –Me estremecí ante el frío tacto de sus palabras.
-Y…¿Tu no lo hiciste sin querer?
-No, no. Tengo pleno poder de mi don. Aún no entiendo lo que sucedió. –Otro silencio. –A menos que…
-¿A menos que, que…?
-Que sea como un don
-¿Un don?
-Sí un don, un don, pero no mío

Me quedé con la boca abierta al comprender

Haber ven, vamos a experimentar primero con un animal, mira, ¿ves esa ardilla en aquel árbol?
-Si…
-Vamos a ir hacia allá y te vas a concentrar en que no se aleje de ti, ¿Ok?
-Está bien… -contesté algo cohibido

Nos acercamos a la ardilla y me concentré tal y como me dijo, pensé en la ardilla quedándose muy quieta en su lugar y acercándose hacia donde yo estaba.
Abrí los ojos y vi a la ardilla ir hacia donde yo estaba, esto era raro, muy raro, ya que normalmente los animales huían en vez de acercarse a nosotros. Seguramente Chelsea la había atraído, es tan hermosa…, sus cabello lacio hasta la cintura, sus enormes ojos escarlatas y esa sonrisa cegadora… está bien ya basta de tantas fantasías, concéntrate, retrocedí hacia un lado y vi que al que seguía era a mi, a mi, tenía un poder, podía atraer lo que quisiera hacia mi…, respiré entrecortadamente y volteé a ver a Chelsea como buscando una segunda opinión.
Puso cara seria, pero después esbozó una sonrisa de lado.
-Vaya, parece que ya tienes otra admiradora, eh…
-Emm… ¿Cuál es la otra?
-Este… ¿recuerdas de lo que estábamos hablando?
- Ah si, parece que tengo el poder de atraer lo que quiera
-Pues eso parece
-Entonces te atraje a ti…
-Creo que si…
-¿Y eso qué significa?
-Que ahora somos tuyas- me miró, miró a la ardilla, y me volvió a mirar.
-Eso parece
Y al compás de los ruidos de la ardilla, nos leímos alegremente.


Después de un rato, le pregunté.

-¿No estás molesta?
-¿Por qué lo estaría?
-Porque ahora estás aquí, me quieres y es como estar a la fuerza, porque tu no lo decidiste.
-Mmm…, pues en parte si, porque descubrí que no soy tan fuerte como creía, eso saca a relucir que soy competitiva, pero a la vez creo que esto podría llegar a ser bueno.
-¿Bueno?
-Si, bueno, tu eres un buen hombre y me la paso muy bien a tu lado, estés o no usando tu poder, siento… siento que te quiero…
-Yo también, todo este tiempo, me has apoyado como nadie lo ha hecho.
-Gracias.
-Gracias a ti. –susurré en su oído.
-Te amo. –Dijo claramente y sin titubear.
Me quede sin habla
-Aftón se que estás confundido y crees que solo digo esto por tu don que me tiene apoderada, pero esto es algo que siento en el pecho, muy dentro de mí, lejos de algo físico y superficial como es tu don, te quiero… te quiero de verdad…
-Lo sé. Acabo de darme cuenta que solo puedo usar mi don con alguien o algo a la vez.
-Ahh, entonces, ¿Qué me dices?
-Digo que esto podría ser el amanecer del amor…

Y entonces me acerqué a su rostro y la besé con fiereza y dulzura, con ternura y pasión, lentamente y a la vez rápidamente, fue mágico, fue lo más mágico que nunca me había pasado.

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